Los
muros tienen muy mala prensa. Todos conocemos mil ejemplos. Qué le vamos a
hacer! están mal vistos, como el número 13, la carne roja o las cucarachas, por
ejemplo. Una de las cosas que sobran en este mundo son muros. Desde esta
semana, en los aledaños de Ipurua contamos con un nuevo muro: “Muro de la
defensa” lo han llamado sus creadores, los responsables del consejo de
administración de la SD Eibar. Su objetivo: gratificar a todos aquellos
accionistas que inviertan no menos de 1000€ en comprar acciones del club. El
que lo haga podrá ver su nombre inscrito en este muro. El que no alcance la
cifra de 1000€ no es digno de él. Esto como concepto, además, de clasista, es
discriminatorio y hasta aberrante. Diferenciar accionistas, en base a su nivel
adquisitivo, va directamente en contra de los valores que propugna este
club. Afortunadamente cuento con
la posibilidad de hablar sobre la SD Eibar a nivel nacional todas la semanas, y a todos se nos llena la
boca (a mi el primero) con los valores de humildad, eficiencia, compañerismo e
igualdad que vienen marcados en el ADN de este club, y que tan difíciles son de
encontrar hoy en día en esta jungla en la que se ha convertido el fútbol. Entonces,
¿A qué viene esto ahora? Se puede cometer mayor torpeza? Pues sí.
Lejos de rectificar, la SD Eibar manda una
nota aclaratoria en la que no se aclara nada y simplemente viene e decir que
“no se están cumpliendo los plazos de venta de acciones y que hay que tomar
medidas”. Claro que hay que tomar medidas! Pero no necesariamente equivocadas.
Este club no tendrá dinero, y su masa social será pequeña, pero cuenta con algo
de mucho valor: su marca. La “marca Eibar” vende, y lo hace fundamentalmente
porque su filosofía está cimentada en un concepto elemental: el sentido común
(que muchas veces es el menos común de los sentidos). La creación del “muro de
la defensa” va directamente contra la línea de flotación de los valores que han
forjado la “marca Eibar”. Este muro no es de sentido común.
“Este muro homenajea a los que defendieron al
club cuando lo necesitó” reza su leyenda. Se me ocurren miles (digo MILES) de
defensores del Eibar (algunos desgraciadamente fallecidos) que quedan excluidos
de este vergonzoso panel. Desde el club dicen que no pretenden crear
accionistas de primera y accionistas de segunda. Les creo, pero lo están
haciendo.
Sé de antemano que esto que estoy escribiendo
me va a traer, como mínimo, alguna mala cara, pero no me resisto a hacerlo. El
mérito de este club es INCUESTIONABLE. La capacidad de su consejo de
administración DEMOSTRADA con creces. Seguro que sabrán rectificar este
lamentable error.
AL PIE:
Por
supuesto, compraré mi paquete de acciones. STOP.
Ya adelanto que mi nombre no estará en el “muro”. STOP. Qué más quisiera poder invertir 1000€. STOP. Imposible. STOP. Aranzabal tiene razón en algo. STOP. De
ésta tenemos que salir nosotros solos. STOP. Con este artículo doy por cerrado
por mi parte el tema del “muro”. STOP. En
esta vida se puede ser de todo menos pesado.
STOP. Aupa Eibar. STOP.
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